No es extraño encontrarse por los alrededores de nuestra ciudad alguna señora de cierta edad destrozando jardineras, jardines... con el estúpido pretesto de llevarse un esqueje de todas las plantitas que se encuentran a su paso, ya sea en lugares públicos o privados.
Esta semana lo pude contemplar en un par de ocasiones. Una de ellas tiraba y tiraba de un rosal hasta destrozarlo, como no pudo llevarse el trofeo lo dejó medio paraplégico para el resto de la temporada.
En el caso de la doble imágen que os pongo la agresión fue en escuela de Magisterio. Como véis hasta las "Tuyas" sirven para adornar un florero.
Luego se quejan de que sus nietos son unos salvajes y se cuelgan en los árboles y pisan los jardines.
josemaría
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